Un estudio de la Universidad Siglo 21 sobre liderazgo en las
empresas argentinas revela que el 44% de los líderes no toma decisiones racionales.
Inclusive que, a mayor edad, mayor es el riesgo que asumen. Esto es: no cumplen
los requisitos recomendados para tomar e implementar estrategias correctas.
De acuerdo a la encuesta realizada por el Observatorio de
Tendencias Sociales y Empresariales, el 44% no llega a informarse, el 40%
tampoco analiza la información obtenida y el 39% no aplica criterios analíticos
rigurosos al momento de elegir una opción. A diferencia de los baby boomers
(mayores de 50) y los referentes de la generación X (36 a 50 años), los
millennials son los que menos riesgos asumen.
Otro tanto ocurre con las mujeres: tienen mayor tendencia a
consultar, buscar ayuda y consejo al momento de tomar decisiones estratégicas.
¿Será que los argentinos planifican poco e irracionalmente?,
se preguntan. Y esta inquietud lleva a analizar nuevos modelos de liderazgo.
Una reflexión interesante tiene a las mujeres en la mira. Manpower Group
Argentina, multinacional de origen americano con más de 60 años a nivel global,
que presta servicios de Recursos Humanos a diferentes compañías,
deliberadamente recomienda contar con mujeres en posiciones de liderazgo. La
equidad de género y la diversidad son un buen negocio. “La brecha se va a
cerrar cuando modifiquemos la cultura. La cultura crea el cambio, no la
política. Porque son los varones los que detentan el poder”, dice Amelia
Videla, directora de Asuntos Públicos de la firma. ¿Qué pueden hacer al
respecto los que toman las decisiones? Evitar prejuicios y preconceptos porque
una mujer tiene hijos. Poner objetivos, metas concretas. “Si no las ponemos, no
vamos a llegar a achicar la brecha. Empecemos a identificar a los talentos
jóvenes para ponerlos en contacto con la dirigencia y después no digan que el
varón tiene más potencial que la mujer”, asegura.
El mayor desafío no es contratar mujeres sino “crear una
cultura inclusiva que asegure que todos podemos aprender y desarrollarnos,
proponer ideas, impactar en los resultados”, argumenta Florencia Scandale,
directora de Recursos Humanos de Microsoft Argentina, en un encuentro
organizado por la consultora Grant Thornton. Según el último informe Women in
Business realizado por la firma global, las empresas han dado un paso adelante
(y uno atrás) en cuanto a la proporción de mujeres en puestos de liderazgo.
Significativamente, hoy más compañías cuentan con al menos
una mujer en puestos de alta dirección (75% en 2018 versus 66% en 2017), pero
su proporción se redujo del 25% al 24% en los equipos. A nivel local, ocupan el
23% de los puestos directivos y el 58% de las empresas tienen al menos una
mujer en un cargo ejecutivo. De ahí que la igualdad de género en el liderazgo
se convierta en un elemento central de branding corporativo.
“Hay una percepción de que los líderes deben elegir entre el
éxito de su carrera y la sostenibilidad de su vida familiar. Y que el deseo de
conciliar el trabajo con la vida familiar es más propio de la mujer que del
hombre”, apunta Mariana Amores, gerente de RR.HH de Grant Thornton Argentina.
El equilibrio entre familia y trabajo es uno de los puntos donde se perciben
las mayores desigualdades. Las mujeres dedican 6,4 horas por día a tareas no
remuneradas dentro del hogar mientras los varones destinan 3,4 horas diarias,
de acuerdo al INDEC. “Esto debería revertirse para que la participación
femenina en el mercado laboral sea mayor y más atractiva”, sostiene. Los
resultados serían aún mejores si existieran políticas públicas y/o privadas que
acompañen esta inserción, “como oferta de servicios de cuidado para niños y
adultos mayores y flexibilidad horaria, entre otras”, ejemplifica.
En cuanto a los estilos de liderazgo, la diversidad dentro
de las empresas es crucial. “Si los equipos de alta dirección son exclusivos o
mayoritariamente masculinos, se crea un estilo de liderazgo con atributos,
códigos y beneficios marcados solo por una visión varonil que no resulta
atractiva para las mujeres”, señala.
¿Consejos para avanzar? “Confiar en nosotras mismas,
animarnos a perder el miedo, no dejar pasar oportunidades, empezar a hablar y
decir lo que queremos para nuestra carrera, cuál es nuestra mayor ambición y
también nuestro techo”, recomienda. Crear redes tanto en el ámbito corporativo
como familiar, perseguir nuestros deseos/sueños y darle oportunidades a las más
jóvenes para liderar proyectos y tomar decisiones desde un lugar protagónico es
clave para tener más visibilidad y llegar más lejos.
Fuente:
Clarin.com
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