¿Recuperación en forma de K? En las últimas semanas son varios los analistas que están apostando por esta letra del abecedario para definir cómo será el rebote de la economía una vez superada la crisis que ha provocado la pandemia de coronavirus. Parece que las V, U, W o L han quedado atrás, y es la forma de K, dicen, la que mejor explica lo que está ocurriendo.
"Una recuperación en forma de K indica que la recuperación económica de los países y/o sectores es divergente", que va a dos velocidades, señalan los expertos de Rabobank. Eso, apuntan, es lo que está pasando en la Eurozona, donde cada Estado miembro se enfrenta a una situación bien distinta pese a pertenecer al club comunitario.
Otros analistas, por su parte, han abordado la situación de EEUU, e indican que la K pone de relieve que hay una recuperación a dos niveles que está favoreciendo, sobre todo, a los más ricos. Y es que esta forma de recuperación evidencia una situación en la que el crecimiento continúa pero es desigual, dividido entre sectores y grupos económicos.
Los expertos de la firma holandesa analizan al detalle la situación del Viejo Continente, y apuntan que la crisis ha dejado "cráteres" importantes y, "ahora que el polvo ha empezado a asentarse, podemos ver que el impacto no se distribuyó equitativamente". "Ni sobre los países, ni sobre los sectores y tampoco en la situación socioeconómica", remarca Rabobank, que recuerda que el daño económico y la recuperación "dependen de la gravedad del bloqueo, la estructura de la economía y la capacidad de cada gobierno para mitigar el daño económico mediante estímulos fiscales".
Alemania ha sido el claro ganador porque la depresión económica "no ha sido tan profunda como en otros países" como España, Italia o Francia, que "dependen más del turismo y del sector del ocio" y, por tanto, "tendrán que someterse a cambios más drásticos para ajustarse a la nueva economía". Y el impacto de la crisis tampoco se ha distribuido equitativamente entre sectores: "la aviación y el turismo fueron más vulnerables a los efectos del bloqueo" y no han podido recuperar sus pérdidas, como sí lo ha hecho, por ejemplo, el comercio electrónico.
Asimismo, Rabobank recuerda que el grueso de las personas que perdieron su trabajo durante la pandemia son mayoritariamente jóvenes con empleos de bajos salarios y contratos temporales. "Tienen pocas reservas a las que recurrir", y "en vista de ello y del hecho de que la liquidez del BCE sigue inflando los precios de los activos que generalmente están en manos de personas mayores y más ricas, la brecha entre las clases socioeconómicas se está ampliando".
En el banco holandés creen que a pesar de que los gobiernos están intentando frenar la divergencia en el empleo mediante un apoyo activo a las empresas y a los trabajadores, hasta ahora esto sólo ha evitado un fuerte aumento en el desempleo y las quiebras. El problema es que "este apoyo no puede ser una solución a largo plazo", por lo que en la Eurozona, al final, "la estructura de la economía cambiará y la gente tendrá que encontrar trabajo en otro sector que no sea el sector en el que están trabajando actualmente".
Fuente: bolsamania.com
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