Desde el comienzo -aquel ¿lejano? 20 de marzo- las
industrias de alimentación y su cadena pro-ductiva e insumos quedaron
exceptuadas de las medidas de aislamiento impuestas por el Gobierno nacional
para prevenir y frenar la propagación de la Covid-19, por considerarse un
sector esencial. Sin embargo, la actividad económica vinculada al agro no es
ajena a las consecuencias que acarrea la pandemia y sus desafíos.
El brote del coronavirus se expande por todo el planeta con
resultados disímiles según las regiones; pero, en todo caso, lamentables tanto
para la salud de las personas como para las economías del mundo.
Una situación inédita y urgente obligó a aquéllos que no
detuvieron nunca sus actividades a responder rápidamente a las nuevas
condiciones del entorno para poder seguir trabajando y, sobre todo, para
hacerlo de manera segura.
Nuevas metodologías de trabajo, nuevos planes de negocio,
nuevas prioridades, nuevos canales de comunicación y una vertiginosa
digitalización, nuevos clientes y sus nuevos hábitos…
LIDE Argentina invitó a líderes de empresas referentes de
los agronegocios para compartir sus reflexiones en el ciclo LIDE Debate, un
encuentro virtual que ya lleva varias ediciones y en el que se comparten
experiencias que ayudan a superar este momento crítico y recuperar el camino
del crecimiento y el desarrollo.
La pandemia puso en evidencia -una vez más- el rol clave que
juega el campo y su cadena de valor en la vida de todos: abastecer la demanda
de alimentos, una función irremplazable e imprescindible para la sociedad.
Los seres humanos necesitamos proteínas y las plantas llegan
a su madurez en la tierra. Los animales cumplen ciclos de vida y reproducción
que no se pueden alterar. Nada de esto se detiene, ni siquiera frente a un
virus desconocido y mortal. Las empresas del sector no tienen más alternativa
que la rápida reacción en busca de una urgente (pero positiva) adaptación.
La historia de nuestro país (y del mundo) nos preparó para
surfear en olas de crisis. Pero esta, sin excepción, nos lleva a un terreno de
reflexión profunda. Tal vez por lo desconocido, tal vez por impredecible, tal
vez porque llegó a cada rincón de nuestras vidas y es, al mismo tiempo, global.
Si la pandemia afectó a todos los niveles y sectores de la
economía, cuánto más a aquéllos que producen el alimento que llega (por
fortuna) cada día a nuestras mesas.
En un futuro, más próximo de lo que creemos, que traerá
necesidades y carencias en los sectores más vulnerables de la sociedad, ¿puede
la visión del sector quedar exenta de esta preocupación? La respuesta se cuenta
por sí sola.
Referentes de empresas líderes del agro nos han dejado
reflexiones valiosas que exceden la urgencia de la operatividad diaria, a la
que -sin dudas- todas las empresas han tenido que responder: pensar en los
clientes como personas, más que nunca. Pensar en sus entornos más íntimos, en
sus hábitos cotidianos, en su vínculo con la alimentación, en la protección de
su salud. Pensar la ciencia y la tecnología al servicio de una vida mejor.
Poner la mirada en la necesidad de proyectar en un país con
reglas claras, con caminos trazados en el mediano y largo plazo, con
instituciones fuertes, respetadas y respetuosas.
Y, un paso más allá, una visión inclusiva y comprometida que
nos involucre en un propósito más amplio que el de la propia cadena valor: los
empresarios que son líderes en sus negocios deberán comprometerse con la
política pública, con la reconstrucción del país desde una nueva mirada; una
coalición de empresarios dispuestos al debate urgente, pero con una mirada
integradora y de largo plazo.
En breve se volverán a alinear los planetas - infelizmente
con motivo de una dolorosa crisis - para intentar un gran reinicio. Es difícil,
pero no imposible.
Laura Loizeau Rodolfo de Felipe
LIDE Agronegocios LIDE Argentina
Vicepresidente Presidente