
* Por Mariel Fornoni | Doctora en Economía y Empresariales. Socia Directora de Management and Fit
El gobierno de Javier Milei disparó al alza todos los indicadores de gestión en su primer año de gobierno. La expectativa económica fue el indicador más destacado durante el 2024, marcando una mejora notable tras varios años de caída consecutiva. Esto se observa cuando al asumir Milei, la expectativa positiva invierte su posición, pasando a ser superior a la negativa en casi 20 puntos, 52% positiva y 33% negativa. De esta manera, la expectativa sobre la evolución general de la economía y la sociedad fue y podría ser actualmente más favorable para la aceptación de nuevas medidas de gobierno.
Por otro lado, y para mantener el apoyo presidencial, el foco estuvo puesto en la inflación, que se convirtió en el mayor logro del Gobierno al alcanzar en noviembre un histórico 2.4%, el valor más bajo desde noviembre del 2021. Esto se observa también en nuestras mediciones de opinión, en las que la inflación disminuye su mención como principal problema del país, pasando de 40% en el inicio del 2024 al 22% para finalizar el año. De todos modos, recobran mayor relevancia problemas tales como la desocupación o la pobreza. Por otro lado, la gestión también logró un superávit fiscal como cierre del 2024, resultado positivo en las cuentas públicas más alto de los últimos 16 años.
Todavía quedan promesas por cumplir, como la eliminación del cepo cambiario y los impactos en la economía real luego de que se oficializó en diciembre de 2024 la devolución del impuesto PAIS. Promesas esperadas por los sectores económicos, financieros y por la opinión pública en general.
El control inflacionario fue una de las medidas mejor evaluadas por los argentinos, junto con la baja del gasto público y el recorte ministerial de empleados públicos. Si bien estos recortes mostraron resultados favorables, también afectaron áreas sociales sensibles como la financiación a la educación y los ingresos de los jubilados, aspectos que a lo largo del año han generado momentos de rispidez, no solo a nivel legislativo sino también a nivel social, en donde el veto a ambos presupuestos tuvo un nivel de desaprobación cercano al 50% y 60% en el caso de los jubilados. Aspectos importantes para el Gobierno, teniendo en cuenta que se prometió este año profundizar el ajuste de la denominada “motosierra”.
Si se observa la aprobación de gestión de Javier Milei durante todo el 2024, la misma se mantuvo alrededor del 50%, alcanzando su punto máximo en diciembre, con 53% de aprueba y 44.5% de desaprueba. El Presidente sigue contando con un mayor apoyo de segmentos de varones, menores de 40 años y personas de nivel educativo medio. Este nivel de aprobación es superior al de gestiones anteriores en períodos comparables de un año de gobierno. Alberto Fernández empezó su gestión con una aprobación del 51.7% finalizando el primer año con un 40.5%. En el mismo sentido, Mauricio Macri, inició con un 46.9% y para diciembre del 2016 había perdido casi 3 puntos. De esta manera, y si bien el gobierno ha tomado medidas de gran impacto económico en especial para sectores y niveles medios y bajos, la base de apoyo se mantuvo constante a lo largo del año.
En el mismo sentido, el nivel de confianza en la gestión de gobierno de Milei se mantuvo alto a lo largo del año, superando el 50% de entre mucha y algo de confianza en su rumbo. En diciembre la confianza en la gestión alcanzó el 55.7%, versus el 44% que mencionó una baja confianza o nula.
Un nivel de credibilidad alto colabora con una menor volatilidad financiera y con el aumento de confianza a nivel de los consumidores. Siete de cada diez mencionó que Milei cumplió sus promesas de campaña al año de gestión, total o parcialmente. Milei ha mantenido el apoyo de casi la totalidad de sus votantes del 2023 y un 80% de apoyo de los votantes provenientes del PRO en aquel año.
El balance es positivo si se advierte que la gestión de Milei supo -hasta el momento- marcar agenda, manejar el rumbo Legislativo e implementar grandes cambios de gestión y economía. Estos parámetros, le permiten tener un margen de acción y apoyo, tanto en lo económico, financiero y social. Aspectos primordiales en un año electoral, que pueden funcionar como trampolín para ampliar su peso en el Congreso Nacional.
Si la Libertad Avanza consigue un nivel de voto cercano al 40%, podría ampliar la cantidad de diputados a 90 y la de senadores a 15 bancas, mientras que el resto de los espacios perderían poder y presencia parlamentaria y provincial.
Cabe aclarar que, en este aspecto, el Gobierno no debe desatender la crisis económica y social argentina, en especial sobre los sectores más desfavorecidos de la población, ya que este año puede verse un mayor impacto de la falta de presupuesto en cuanto transferencias provinciales y falta de obra pública.
El desafío de Milei será gestionar estos aspectos, junto con conservar su apoyo social.
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