
Los agentes autónomos y una nueva generación de PC van a marcar el 2025.
El mercado de la inteligencia artificial no es uno sino trino, afirmaba el mes pasado John Roese, director global de tecnología de la compañía Dell Technologies, en una breve visita a Madrid. Con un matiz que ayuda a entender su tesis: la tercera fase en la historia de la IA está todavía emergiendo y ha de materializarse en una adopción masiva entre las empresas de la IA generativa. Hasta ahora ha estado muy centrada en la captura del gasto del consumidor y, por tanto, condicionada por un puñado de gigantes del negocio online.
El interés de Roese en la IA no es coyuntural. Lleva once años en el cargo y hace ocho introdujo la primera iniciativa de IA en Dell Technologies. “Contamos con la que probablemente sea la mayor cadena de suministro del mundo, por la que fluyen al año unos 70.000 millones de dólares en componentes, de modo que hacemos uso intensivo de la inteligencia artificial. Hace 20 o 30 años, su automatización era rudimentaria si se compara con la actual generación”. Dell emplea una treintena de modelos que se alimentan con datos destinados a predecir la demanda e interpretar las múltiples señales de problemas logísticos que se plantean cada día aquí y allá.
Roese pide no olvidar la IA tradicional (a veces llamada predictiva), que ha conquistado un espacio en las empresas durante años y sigue siendo un buen negocio, diferenciada de otra, que salió a la luz en noviembre del 2023 con la etiqueta de IA generativa. Esta última está basada en lenguajes lingüísticos de gran tamaño –que requieren un entrenamiento costoso y nada fácil – por lo que su impacto en las empresas se ha limitado a multiplicar pruebas de concepto: se han hecho muchas durante el último año y medio, pero pocas han sido concluyentes como para pasar a producción. “La mayor parte de los modelos que usamos en Dell son un refuerzo de los creados anteriormente para machine learning, lo que quiere decir que no son generativos porque no es necesario. Y le aseguro que no somos una excepción”.
Lo que ha movido el paisaje –apunta– se conoce como retrieval augmented generation (RAG) y, simplificando, optimiza los modelos lingüísticos para hacerlos manejables sin necesidad de entrenamiento. “Además, se ha hecho más sencillo construir una infraestructura y esto se debe mucho a nuestro trabajo en común con Nvidia: los clientes de Dell pueden despreocuparse de ensamblar, almacenar, computar y conectar […] gracias a un gran número de herramientas disponibles que, sin tener que subir a la nube, les permiten desarrollar modelos propios estrictamente a su medida”. Este será el gran salto del 2025.
Roese cree realista vaticinar que “los agentes de IA serán el fenómeno dominante este año. A diferencia de los asistentes, festejados años atrás, los agentes son autónomos y tienen memoria, lo que les facilita interactuar con el mundo real atrayendo datos de otras fuentes. Por esta cualidad, pueden especializarse para, por ejemplo, escribir código o bien estar diseñados para practicar análisis financieros, etcétera”.
La segunda gran apuesta de Dell son los PC dotados de inteligencia artificial – inevitablemente llamados AI PC – que “no son especialmente útiles en un mundo monolitismo y reactivo a gran escala, pero sí son idóneos para un mundo de agentes autónomos distribuidos”.
Se prevé que ganen escala a partir de este año, pero el entrevistado subraya la oportunidad de desbordar el marco de usos articulados por Microsoft a través de Copilot Plus – lo califica de excelente, para que no haya equivoco- que actúa como un corsé. Asociada a los agentes IA autónomos – asegura -esta nueva generación de PC será bienvenida en el seno de las empresas.
Fuente: lavanguardia.com/dinero
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