Por Rodolfo de Felipe (*)

Presidente de LIDE Argentina

 

En noviembre de 2022 se lanzó una aplicación simplificada de un mega proyecto que significa el disparo de largada de una nueva carrera a disputar entre las grandes potencias: desarrollar y dominar la Inteligencia Artificial antes que nadie. El temblor fue importante y en el horizonte se ven grandes olas que se aproximan.

 

Las menciones de Inteligencia Artificial, de GPT3, de ChatGPT, están revolucionando todos los niveles de nuestra vida.

 

Se trata de una tecnología revolucionaria que ya se ha convertido en una herramienta imprescindible, por ejemplo, para emprendedores que quieran lanzar un negocio de éxito. También para los empresarios que quieran consolidar su negocio, para educadores,  científicos,  alumnos. Para todos y cualquiera...

 

El experto en IA y Modelos de Negocio, Néstor Guerra, define el proyecto como “el nuevo súper poder del emprendedor; imprescindible, de prioridad para manejarla y sacar el máximo partido de tu proyecto y para no quedarte descolgado”.

 

Y más todavía. La IA es fundamental para algunas de las empresas con más éxito de la historia en términos de capitalización del mercado: Apple, Alphabet, Microsoft y Amazon.

 

Aumentar la productividad y la eficiencia es solo el comienzo. Las transformaciones comerciales, la forma en que tratamos a los clientes, los nuevos productos y servicios creados a partir de la IA son inimaginables y esto puede ser una gran oportunidad para su negocio y el de sus clientes.

 

El CEO de OpenAI, Sam Altman, se refirió a un futuro donde sean varios los actores que produzcan el desarrollo de “la criatura”. Dijo: “Creo que esto es demasiado grande para una empresa. Creo que debería haber múltiples AGI [inteligencias generales artificiales] en el mundo en algún momento. Así que realmente lo agradezco.”

 

Para Ricardo Amorim, uno de los economistas más influyentes en Latinoamérica, “el verdadero diferenciador de la Inteligencia Artificial está en cómo usamos sus herramientas, no en las herramientas en sí. Limitada a hacer lo que hacemos los humanos, la inteligencia artificial no es más que una máquina de homogeneización, que genera contenido similar para todos”.

 

Se necesita trabajo y creatividad para usarlo de maneras que realmente se destaquen.

 

¿Deberíamos desarrollar mentes no humanas que eventualmente podrían superarnos en número, ser más inteligentes, dejarnos obsoletos y reemplazarnos?

 

Elon Musk fue cofundador de OpenAI, firmó la carta con la que junto a científicos y especialistas pidió frenar el desarrollo acelerado de la inteligencia artificial. Consideraron que el veloz avance que han tenido algunos programas, representa “riesgos profundos para la sociedad y la humanidad”. Como por ejemplo miles de puesto de trabajos reemplazados por una máquina.

 

En el marco del Encuentro Latinoamericano de Inteligencia Artificial (KHIPU) se presentó la Declaración de Montevideo.

El documento reconoce el potencial para el desarrollo, a la vez que advierte sobre la importancia de su uso crítico, orientado por el bien común y en marcos democráticos y respetuosos de los derechos humanos.

 

La gente se pregunta si ChatGPT reemplazará al motor de búsqueda tradicional, como Google Search. Altman advierte “que ChatGPT no reemplaza a un motor de búsqueda. Pero creo que algún día un sistema de IA podría hacerlo…”.

 

Nuestra mentalidad tendrá que evolucionar y adaptarse. Nuestra forma de crear valor y generar riqueza, también cambiará. Cambió con el dominio del fuego. Se potenció con el uso de la máquina de vapor. Se adecuó con la generación de la luz con energía eléctrica. Alcanzó a innovarse vertiginosamente con la Internet. Es la hora de la Inteligencia Artificial.

 

¿De esto se trata la “nueva normalidad” post COVID 19? Si usted tuviera la llave que abriera las puertas de su desarrollo personal, la clave para crecer en productividad, el método para mejorar la sociedad, el secreto para trascender… ¿la llevaría encima permanentemente o preferiría tener Chat GP3?

 

(*) Este artículo se elaboró con el aporte de Inteligencia Emocional del autor.

 

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