Si partimos de un estudio realizado este año por el Randstad
Workmonitor, en Argentina, el 25% de los trabajadores preferiría estar
desempleado que infeliz en un trabajo que no cumple con sus expectativas de
bienestar emocional y de realización.
Claramente esto define lo importante que resulta revisar en
las empresas cómo se encuentran nuestros colaboradores y entender qué podemos
hacer para que sean más felices.
Si pensamos que el trabajo ocupa, en promedio, más de 40
horas semanales y al cual dedicamos muchos de nuestros pensamientos y
emociones, al facto de cuánto le destina cada individuo a su trabajo, se suma
el bienestar. Que, si bien es algo intangible, las consecuencias del bienestar
de nuestros empleados son determinantes en la misión de las empresas.
En el informe mencionado, el 60% de los encuestados dijo que
su vida personal es más importante que la laboral, y cerca de la mitad dijo que
dejaría el trabajo si les impidiera disfrutar de la vida. Por lo cual es
importante empezar a darle un espacio igual de importante al salario emocional
como al económico.
QUÉ ES EL
SALARIO EMOCIONAL Y POR QUÉ ES IMPORTANTE
El salario emocional está relacionado con todos aquellos
beneficios no económicos, que junto con el salario monetario forman parte de la
propuesta integral que ofrecemos las compañías a los colaboradores. El objetivo
principal está en enriquecer el desarrollo profesional, el crecimiento personal
y la vez equilibrar el balance trabajo-vida personal.
La realidad es que este concepto tomó mucha fuerza durante
la pandemia y ya quedó instalado en la estrategia de atracción y fidelización
de talentos.
Hoy por hoy, a la hora de tomar decisiones de cambio, los
candidatos no sólo tienen en cuenta el salario monetario, sino también los
beneficios que la compañía ofrece.
Los beneficios que más se valoran por los colaboradores son
todos aquellos que buscan equilibrar la vida personal y la profesional, la
formación y los planes de carrera, licencias extendidas, días libres,
reconocimientos, buen clima laboral, horario flexible, beneficios sociales,
espacios de recreación, etc.
También lo relativo a la cultura organizacional como brindar
espacios de trabajo con libertad, debate de ideas, invitarlos a ser parte y
aliados del negocio.
CÓMO
EVOLUCIONARÁ EL SALARIO EMOCIONAL
La oferta laboral se ha incrementado y diversificado mucho,
no sólo a nivel local, sino también la demanda desde el exterior y eso nos
desafía a estar en constante análisis para poder ser atractivos y competitivos
en el mercado. Y ponderar ambos "salarios" con el mismo nivel de
importancia.
A la hora de pensar en el diseño de este salario emocional
es importante, en primer lugar, escuchar a los colaboradores de la organización
con el fin de poder gestionar acciones en pos de sus expectativas.
Y por otro lado, mantenernos actualizado en las tendencias
de mercado, lo que indefectiblemente lleva a una compañía a estar alineada y
superarse. Más que nada, teniendo en cuenta que las nuevas generaciones y los
cambios de paradigmas en el mundo del trabajo, influyen en la creación de los
nuevos beneficios.
Consideramos que la tendencia va a continuar hacía una mayor
flexibilidad laboral, teletrabajo, wellness y ecuaciones que resuelvan tanto
económica como personalmente. Y además, creemos que también desde las
organizaciones debemos trabajar en paquetes de beneficios que se amolden a las
distintas necesidades y aspiraciones de cada persona.
Nos encontramos ante un momento de cambio de prioridades,
frente a candidatos que buscan un mayor equilibrio entre el trabajo y la vida
personal, lo cual está llevando a las empresas a repensar y redefinir las
propuestas de valor con el fin de poder generar este equilibrio para los
empleados y al mismo tiempo, alcanzar las metas definidas dentro de cada
ecosistema.
Autora: Agustina
Arias Duval, Finance & HR Director at Hogarth Argentina
Fuente:
iProfesional
LIDE Argentina |
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