El desembolso se estima en US$150 millones este año y su objetivo es inyectar una gran cantidad de efectivo a obras en plantas de acondicionamiento del yacimiento de esquisto en Vaca Muerta.
La compañía también evalúa proyectos asociados como parte de una iniciativa sectorial para aliviar el cuello de botella que hay en el despacho de gas en la formación que, si no se aborda, restringiría el crecimiento futuro de la producción.
TGS transporta alrededor del 60% del gas que se consume en el país, a través de más de 9.120km de gasoductos.
En la planta de acondicionamiento de gas —en Tratayén, provincia de Neuquén— la empresa ya ejecuta un proyecto de US$22 millones para ampliar la capacidad en 7 millones de metros cúbicos diarios (Mm3/d) para mediados de año, a lo que le seguirá un desembolso de US$82 millones para agregar otros 6,6Mm3/d a mediados de 2023. Las autoridades esperan desembolsar alrededor de US$50 millones de dicha cifra este año y el resto durante el 1S23.
Terminada en 2019 con una capacidad inicial de 5Mm3/d, la planta se sometió a una expansión de 2,4Mm3/d en virtud de un plan de gasto de capital para 2021 de US$16 millones.
Tras las obras de ampliación, la capacidad de acondicionamiento de la planta superará los 20Mm3/d. Otros proyectos de expansión dependerían del escenario de la demanda, dijo Alejandro Basso, director financiero de TGS, durante la conferencia de resultados del 4T21 de la compañía.
“Todas estas obras de expansión responden a la creciente producción de gas de esquisto de los productores de gas en Vaca Muerta y las necesidades adicionales de más servicios para el segmento midstream para transportar y acondicionar el volumen incremental de gas antes de su inyección en los gasoductos regulados. Ya se negociaron nuevos acuerdos con los productores de gas y deberían firmarse pronto”, indicó Basso.
La producción de gas natural en Vaca Muerta va en aumento. En enero se alcanzaron los 45,5Mm3/d, un alza de 4,4% frente a diciembre del año pasado y de 69,5% en la comparación interanual, según un informe del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi.
En tanto, representantes de TGS indicaron que hay otros proyectos en carpeta.
“En cuanto al efectivo, esperamos utilizarlo en los próximos años para proyectos que estamos evaluando, hacer crecer nuestra planta de Tratayén y algunas otras iniciativas relacionadas para transportar el gas desde Vaca Muerta”, explicó Basso.
En este contexto, el gobierno quiere echar a andar la primera fase de un importante ducto, conocido como Gasoducto Néstor Kirchner, para mediados de 2023, un “objetivo muy difícil”, según el ejecutivo.
Al aumentar la capacidad de despacho desde Vaca Muerta, el proyecto respaldaría el crecimiento futuro de la producción que, a su vez, sustituiría las costosas importaciones de combustible en época de invierno, un objetivo inicial clave del gobierno, que no tiene fondos suficientes.
Ya se lanzó una licitación de cañerías. Una extensión de 73km de un gasoducto de TGS, conocida como Mercedes-Cardales, se encuentra entre los proyectos auxiliares incluidos en la primera fase de US$1.570 millones.
“Estas obras son esenciales para que TGS siga creciendo en el segmento midstream en Vaca Muerta, así como para llevar a cabo otros proyectos en evaluación”, manifestó Basso.
Fuente: bnamericas.com
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