
Las jornadas de trabajo muchas veces son intensas. Las empresas tienen que cumplir metas, los clientes a veces tienen nuevas demandas y siempre algo imprevisto puede suceder. De diversas maneras las compañías buscan crear un ambiente de trabajo que ayude a potenciar su talento mientras muchos desafíos como los mencionados anteriormente suceden.
Una de sus principales herramientas que se están estudiando es la comunicación emocional. Dentro de este paradigma se destaca lo que se denomina asertividad, o comunicación asertiva. Se trata de fomentar un entorno donde se puedan hablar de los sentimientos, necesidades y opiniones de una forma clara pero que a su vez no provoque enfrentamientos ni desgastes. Que se logre un respeto donde el talento de la organización pueda hablar, y lo que es más importante, sobre todo en los niveles gerenciales se pueda escuchar.
Si los diferentes equipos de las compañías logran una comunicación asertiva los objetivos pueden alcanzarse de una forma saludable y sustentable. No se trata de ganar discusiones sino de hacer lo que debe ser toda buena conversación: un intercambio de ideas donde todos salen fortalecidos.
Por el contrario, cuando la comunicación se hace de forma agresiva, se pierde la verdadera escucha y con eso el equipo terminará debilitándose.
Algunas claves para lograr una comunicación asertiva son:
Observación. Ponerse en el rol de cronista sin emitir juicios de valor sino atándose lo mejor posible a los hechos de la situación que se quiere describir. Esto es todo un ejercicio del cual se debe tener conciencia ya que los propios sesgos tienden a teñir de hechos lo que son opiniones.
Libertad. Permitir que el equipo pueda expresar sus emociones, e incluso sus ideas locas. Quitar el juicio para permitir la fluidez de las conversaciones sin estar condenando cada cosa que se dice.
Necesidades. Es importante que uno pueda comunicar lo que requiere no lo que ordena. Y dentro de esos requerimientos explicar por qué existen esas necesidades sin perder el diálogo abierto.
Lograr establecer una política clara que fomente una comunicación emocional es un valor intangible pero crucial en la organización. A medida que las tecnologías evolucionan, los productos tienden a commoditizarse y el verdadero diferencial de cada compañía estará en su talento. Ellos son después de todo los que hacen que todo sea posible.
Fuente: yelsolutions.net
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